PENSANERVIOS DE UN MONO AULLADOR (AL BORDE)

08082013

Aunque demuestro todo lo contrario, siento una contrariedad y un asco tremendos cuando me encuentro delante de una de esas personas que, ante un plato de marisco o de cordero, me dice (mientras lo demuestra) "me encanta chupar las cabezas. Es lo más rico de todo". Es asco absoluto por mí y por el efecto espejo metafórico universal con que esa escena de acción concreta (y por otro lado, amoral, natural, sencilla, amén de cierta en lo culinario/nutritivo) puede trasladarse a todo un aleph de cansinas interpretaciones sobre cómo me he desenvuelto yo respecto a mi relación con los demás monos con los que he tratado en mi vida